lunes, 1 de marzo de 2010

“El apagón familiar”

Por Leslie Pozo

A nadie le agrada esto de los apagones, así fuesen por media hora. Es molestoso y de verdad estamos tan habituados a contar con tan preciado servicio, que se nos hace muy cuesta arriba el tener que adaptar nuestro ritmo de vida a estas nuevas políticas de racionamiento.

Pero haciendo un pequeño ejercicio de venezolaneidad, en donde cada uno de nosotros hace de tripas corazones y le conseguimos lo jocoso hasta a la mayor de las tragedias, me he dado cuenta de que dentro de todo no es tan mala la cosa. Y digo que no es tan mala porque la falta de electricidad (o de la luz como decimos en Maracaibo), me ha hecho ver cosas que con la más grande de las lámparas ni yo ni nadie hubiésemos podido ver.

Gracias al racionamiento, muchos de nosotros hemos conseguido, así sea obligado por las circunstancias, el tiempo para disfrutar de la compañía inigualable de nuestra familia. También para compartir con nuestros vecinos una ya organizada partidita de dominó o cartas, aderezada por la brisa natural de nuestra tierra; o para enterarnos de lo que le pasó a fulano, o conocer de las felicidades y penurias de mucha gente que vive a nuestro alrededor y que si no fuera el racionamiento, nunca sacaríamos tiempo para socializar ni darnos cuenta de la vida que dejamos de vivir por estar pendiente del quehacer diario.

Creo que es un buen momento para reflexionar sobre nuestros paradigmas actuales y pensar en qué sería de nuestras vidas y cómo haríamos para inventarnos tanto entretenimiento que hace falta al alma, sino contáramos con la electricidad. También para pensar en que tenemos una familia y ciertas gentes que comparten espacios y vida con nosotros y de la cual nos podemos nutrir espiritualmente. Definitivamente, creo que esto de los apagones es una cuestión que podemos aprovechar para hacernos más familiares.

Músico / Educadorpozomusic@hotmail.com




PANORAMA, Maracaibo Lunes 01 de Marzo del 2010

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