miércoles, 13 de enero de 2010

Cortes de luz atentan contra la floricultura en Altos Mirandinos


Productores de San Pedro adelantan perjuicios por racionamiento

La floricultura genera en Altos Mirandinos numerosos puestos de trabajo y es motor de la economía local


Los Teques.- Cada dos días entre las 12:00 m y las 4:00 pm, no habrá energía eléctrica en el sector La Lucereña de San Pedro de los Altos.

Esta populosa parroquia, donde están asentados unos 600 agricultores y 300 productores de las flores más demandadas en los mercados nacionales e internacionales, quedó clasificada en grupo E de racionamiento eléctrico dado a conocer ayer.

Los floricultores aún no pueden cuantificar el impacto que tendrá la medida para el desarrollo de sus productos, ya que además de utilizar luz artificial para acelerar crecimiento de especies como el lirio, la cala, la margarita, el papagallo y los llamados "pompones" -que son variaciones más pequeñas de la margarita-, necesitan bombas eléctricas para regar las plantaciones durante el día. La sequía también ha afectado la calidad de la tierra y este año amerita mayor irrigación.

Sectores como Club de Campo, ubicado en el municipio los Salias, tendrán racionamiento eléctrico entre las 12:00 pm y las 4:00 am. Allí se ubica una de las más grandes productoras de rosas de todo el país, cuyos cultivos son resguardados en cavas de refrigeración para garantizar su frescura y más larga vida hasta que lleguen al mercado.

Por errores en el proceso previo, los productores deben desechar gran parte de sus flores, aunado a las pérdidas que genera las temporadas de bajas ventas.

Marina Pereira, miembro de la Asociación de Agricultores sampedreños, asegura que 85% de las más bellas especies de la zona sufren procesos de cruce y pigmentación, donde se emplean instrumentos industriales para acelerar y mejorar los resultados.

El perjuicio por defectos en el proceso puede alcanzar 40% de baja en la producción y dejarles una mínima ganancia o a veces sólo pérdidas.

Dice estar consciente de que durante muchos años hubo derroche de energía en el dominio de la actividad, pero hace un llamado a las autoridades para lograr acuerdos que impidan añadir más presión a quienes consiguen el sustento cultivando y vendiendo flores.

Una planta eléctrica puede costar entre 3 y 8 mil bolívares fuertes. Pereira considera que menos de 70% de los floricultores está en condiciones de adquirirlas en forma particular.

"Tal vez podemos lograr acuerdos con Corpoelec y la Alcaldía de Guaicaipuro, que nos apoya, para adquirirlas a precios solidarios y por grupos de parceleros".

La realidad es que un agricultor invierte más de tres mil bolívares fuertes mensuales en los insumos. En bombillos ahorradores invierten unos 50 mil bolívares fuertes.

Además deben pagar sueldo mínimo y otros beneficios a los trabajadores. En algunos fundos los empleados alcanzan grupos de 15 o 20 y tienen viviendas asignadas, cuyos servicios corren por cuenta de los patronos.

Andreína Gómez
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

EL UNIVERSAL. Caracas, Miercoles 13 de Enero del 2010

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