jueves, 14 de enero de 2010

Comerciantes reportaron pérdidas abruptas y aumento de la delincuencia por el corte eléctrico

"Cierre de cuatro horas es suficiente para atracos, desplome de los ingresos y comida podrida"

Las siete plagas de Egipto arroparon al país, "crisis de agua, racionamiento de la luz, devaluación del Bolívar Fuerte, inseguridad, tránsito infernal, crisis hospitalaria y quiebra de bancos, producto de la desenfrenada corrupción gubernamental".

El anunciado obedece a numerosos comerciantes de la Plaza Sucre de Catia, que conversaban entre sí sobre "el cerco a la propiedad privada y las limitaciones que el Gobierno Nacional obliga a cumplir a quienes se dedican al sector del comercio".

El Boulevar de Catia, caracterizado por ser una zona revolucionaria, mostró un rostro oscuro. Lució gran parte de sus locales comerciales sin luz, por las medidas de racionamiento energético anunciadas de forma sorpresiva el día martes.

Las zapaterías, panaderías, restaurantes, farmacias, licorerías, tintorerías y centros de servicios de atención, sufrieron por primera vez el corte eléctrico generalizado de cuatro horas a fin del ahorro energético impulsado por el Ejecutivo Nacional.

Muchos de los comerciantes expresaron la necesidad de cerrar las puertas de sus negocios para protegerse y "evitar robos y hasta homicidios ante la creciente ola de inseguridad, pero somos víctimas de amenazas del Indepabis, que dicen cerrarnos y tomar medidas si ven los locales cerrados".

Asimismo, un comerciante agregó que fábricas y distribuidoras de empresas de telefonía no están despachando los pedidos para "meter los productos a nuevos precios por las medidas de devaluación, cómo se abre el negocio de venta de teléfonos si ya no tenemos nada que vender", expresó.

BALAS FRÍAS
Los Shawarmas de un pequeño comercio de Catia, se quedaron fríos a la espera de los consumidores, quiénes manifestaron en su mayoría "sentirse inseguros por la falta de luz, comer dentro de un comercio con todo a oscuras, da miedo, uno ni ve lo que come", sentenció María Iglesias.

Los vendedores en centros de venta de comida indicaron que son los más afectados puesto que los productos comienzan a descomponerse y deben tomar medidas para evitar que se desarrollen tipos de gérmenes en la carne y pollo, "se pierde demasiado, tenemos que empezar a desechar alimentos", contó una vendedora.

Michell Nora, también fue tomado por sorpresa ante el corte de la luz, es encargado de un comercio de comida, y contó que se espera una abrupta caída de las ventas en todos los comercios de Catia. Resaltó el hecho de que "ya no se encuentran las plantas eléctricas, están agotadas, más de seis mil Bolívares Fuertes cuesta cada una, es casi imposible para muchos, pero hay que hacer el esfuerzo, se van a continuar agotando, y vendrán luego con nuevo precio, aumentado producto de la devaluación", aseguró.

La preocupación y angustia se reflejó en las caras del pueblo catiense, quienes son catalogados como los más "rojos rojitos, y ahora pedimos flexibilización de las medidas que afectan a los más pendejos", dijo Cristin López, a las puertas de una zapatería.

MAYERLING CARRERA
2001. Caracas, 14 de Enero del 2010

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