sábado, 3 de abril de 2010

Aseguró que en Venezuela se oscurece la vida por falta de luz

EL NACIONAL - Sábado 03 de Abril de 2010 Nación/2

SEMANA MAYOR Aseguró que en Venezuela se oscurece la vida por falta de luz

"La lucha de clases sólo genera odio" El Obispo auxiliar de Caracas, monseñor Fernando Castro, pidió perdón para los que asesinan y roban y para los jueces injustos

VANESSA GÓMEZ QUIROZ
vgomez@el-nacional.com



LEONARDO NOGUERA Monseñor Fernando Castro ofició la misa de las Siete Palabras debido al reposo médico del cardenal Jorge Urosa Savino

El Obispo auxiliar de Caracas, monseñor Fernando Castro, que ofició el sermón de las Siete Palabras de Cristo en la Catedral de Caracas, criticó que la calidad de vida de los venezolanos haya disminuido por fallas en los servicios públicos.

"La lucha por la supervivencia se impone, se oscurece la vida porque no hay luz, en muchos sitios hay escasez de agua, es impresionante", manifestó Castro al recordar la primera palabra de Cristo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".

Pidió perdón por quienes han matado, robado y han usado posiciones de poder para abusar: "Los responsables tienen nombre y apellido, pero son los que Jesús perdona, los que no han respondido a la justicia, a las necesidades del momento, los que con incompetencia han causado tanto daño a los demás, los jueces que condenan injustamente valiéndose de la mentira".

Castro demandó a los feligreses evitar a quienes fomenten el odio. "Quien siembra el odio, siembra el mal, quien fomenta el odio le hace un gran favor al diablo, hay que huir de quien siembra el odio. La lucha de clases fomenta el odio, en la lucha de clases la persona no es importante", dijo.

Criticó a los que se ocultan tras falsas promesas y afirmó: "El único Mesías es Jesucristo, el único que da palabras de esperanza".

Más palabras. Castro ofició el acto que duró cerca de dos horas en reemplazó del cardenal Jorge Urosa Savino, que está de reposo.

El Obispo auxiliar de Caracas se refirió a la segunda palabra: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso", que sirvió para recordar que se necesita vivir con esperanza y cambiar la vida pecadora para parecerse a Jesucristo.

"Mujer, he ahí a tu hijo", fue la tercera palabra, y Castro se compadeció de las madres que sufren la pérdida de un hijo víctima de la delincuencia.

Lanzó duras críticas al aborto y a la falta de educación sexual. Pidió al Estado, organizaciones no gubernamentales, partidos políticos, gremios y sociedad civil que busquen acuerdo para rescatar el valor de la familia.

Con la cuarta palabra, "Dios mío, ¿por qué me has abandonado?, reflexionó sobre la responsabilidad de cada ciudadano para mejorar: "Quien diga que el Estado resuelve todos los problemas, miente".

"Tengo sed" fue la quinta palabra, y "Todo está consumado", la sexta. Castro dijo que los venezolanos deben estar orgullosos del catolicismo, pero exigió obedecer las leyes de Dios, "aunque la obediencia no es esclavitud porque la libertad es muy valiosa".

Con la séptima palabra, "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", pidió a los feligreses alejarse de la violencia: "Matar es un acto abominable, hay que deshacerse de todas las armas".


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