sábado, 27 de febrero de 2010

La eficiencia energética

José Gerardo Guarisma Álvarez //

El próximo 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética. Una fecha propicia para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía que utilizamos y actuar en consecuencia.

El tema de la eficiencia en el uso de la energía, ha sido durante el desarrollo de la Ingeniería una de las áreas de mayor estudio y análisis que se pudieran referir en materia científico-tecnológica, al ser quizás el tema predominante en la Física, una de las ciencias madre de la actividad ingenieril. Por ello se hace cada vez más urgente hurgar en el inventario de estos saberes, para encontrar la manera de confeccionar equipos, vehículos, maquinarias, estructuras y compuestos que permitan un mayor trabajo con menos gasto energético.

Ahora bien, mientras científicos, ingenieros y técnicos realizan mejores diseños para las herramientas de uso energético de la Humanidad, los pueblos de la Tierra requieren igualmente, aumentar en cantidad y calidad su cultura energética, en particular en lo que podríamos señalar como el consumo inteligente, vale decir, usar solo aquella energía que efectivamente vamos a utilizar.

En la actual crisis energética mundial y en particular en la venezolana, ese conocimiento además de necesario es oportuno. El país puede hacer uso del mayor recurso que tiene para superar la crisis y es su recurso humano calificado al mayor nivel de la América Latina y la conciencia de su población, una de las más nobles y eficaces cuando se trata de ejecutar planes relacionados con su bienestar. Paralelamente a la recuperación de las plantas termoeléctricas y el desarrollo progresivo de las energías alternativas para sustituir la proveniente de los combustibles fósiles, existen dos estrategias energéticas que se encuentran en manos del público consumidor. Son ellas el reciclaje y, más al alcance de la acción directa a muy corto plazo, la reducción en el consumo de la energía. Para ello requerimos saber cómo se distribuye el uso de energía en el hogar promedio y ello nos abrirá la posibilidad de colaborar efectivamente con la reducción de la energía requerida para solventar la crisis. De allí que todos debemos activar ese recurso con explicaciones muy sencillas de cómo reducir el consumo de electricidad en cada hogar, que es la variable que debemos activar para resolver la evidente crisis energética nacional. Vamos a explicarlo en forma sencilla: ¿Dónde tenemos el consumo de energía en el hogar? Veamos: el 18% en la iluminación, el 18 % en los refrigeradores, el 15% en calentadores y calefacción, el 11% en la cocina, el 10% en los televisores, el 8% en las lavadoras, el 7% en el aire acondicionado, el 4% en los hornos eléctricos, el 2% en el microondas, el 2% en el lavaplatos, el 2% en planchas, el 1% tostador, el 1% el computador, y el 1% el suministro de agua.

Con la sustitución de los bombillos convencionales por los ahorradores, logramos un 70% de ahorro por unidad. Si fijamos la temperatura del aire acondicionado a 23 ºC, ahorramos un 30% por ese concepto. En la medida en que usamos menos los artefactos que consumen energía eléctrica, en esa medida disminuimos los kilowatios que consumimos. La nación requiere que seamos consumidores inteligentes de energía. Es hora de que actuemos como tales.

Rector de la Universidad Bicentenaria de Aragua gerardoguarismauba@gmail.com

EL UNIVERSAL CARACAS, 27 de Febrero del 2010 OPINION

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