Yo tenía una luz

- Luis Homes Jiménez /Abogado /luishomesj@hotmail.com - - 05/01/2010 00:01 05

Comienzo el año recorriendo la ciudad desierta, sola y carente de vida en el año que se inicia. Me detengo en un centro comercial como alternativa para distracción de los niños. Reflexiono en silencio sobre las consecuencias de la nueva medida gubernamental que impone un nuevo horario de funcionamiento a cierto tipo de establecimientos. Imagino la reducción de personal, la conflictividad que eso genera y las limitantes para la recreación y el esparcimiento que estas regulaciones tendrán. Recuerdo en silencio una canción que en mi época de juventud, cantaba el Quinto Criollo. "Yo tenía una luz que a mí me alumbraba... Yo tenía una luz que a mí me alumbraba… y venía la brisa y zuas y me la apagaba... y venía la brisa y zuas y me la apagaba". Hace pocas horas atrás conversaba con un gerente de Enelvén, y me confesaba la magnitud de la crisis que aún no comenzamos a padecer. Ya empiezo a criticar en silencio al Gobierno. Tanta desidia, improvisación y falta de planificación en un tema tan vital, cuando me tropiezo a mi amiga Yajaira, quien viene acompañada de un caballero bastante mayor para ella.

Nos damos el abrazo de Año Nuevo y nos conectamos con el tema de la electricidad. "Qué te parece Luisito, venimos al cine para disfrutar algo apropiado para nosotros y nos encontramos con un nuevo horario y cambio completo de programación... y nos ha tocado ver una película infantil de unas tortuguitas, con dibujos animados y todo". Estallo en risa y le digo, están muy viejos para la gracia, y su amigo intruso se lo toma para él completico. "Ahora queremos ir a un bingo o a un casino a desquitarnos, pero parece que están abiertos hasta las 12.00 de la medianoche y ya son casi las 9.00. Hasta dónde vamos a llegar". Ella me pregunta sobre la legalidad de las medidas del Gobierno y cómo afecta los derechos de los particulares desde el punto de vista constitucional.

No tengo respuesta inmediata y me fastidian temas de trabajo empezando el año. Evado sus preguntas, la retiro del grupo y le digo al oído: "Pero llévate al viejo a tu apartamento y sales de eso". Se molesta, me pellizca durísimo y la fastidio para desquitarme: "Claro, no le quieres hacer pasar vergüenza. Debe estar como el Gobierno: que ya no le funciona la planta". Se va y me deja plantado. Yo quedo recordando la canción: Yo tenía una luz, que a mí me alumbraba...".

LA VERDAD MAracaibo, 05 de Enero del 2010 Opinion