Durante sus intervenciones en la cumbre de Copenhague, el presidente Hugo Chávez hizo una firme defensa del Protocolo de Kioto.
Paradójicamente, aunque este instrumento está vigente desde 1998, Venezuela sólo se adhirió a él en febrero de 2005, cuando ya el mandatario venezolano llevaba seis años en el poder.
A pesar de que Chávez catalogó al cambio climático como "el problema ambiental más devastador del presente siglo", en Venezuela hasta ahora la única medida visible para enfrentarlo ha sido la distribución de bombillos ahorradores.
Para disminuir la emisión de gases contaminantes, el gobierno podría destinar más recursos al fortalecimiento de la red de transporte público y al combate de la inseguridad en las calles, de tal modo que la gente no tema desplazarse en medios colectivos o menos contaminantes que el automóvil.
De esta forma, se podría reducir el uso de vehículos particulares, la cantidad de horas que diariamente millones de venezolanos pierden atrapados en el tráfico y, consecuentemente, las emisiones de CO2 del parque automotor.
Analistas han señalado la poca voluntad para resolver el problema ambiental en el país.
Un ejemplo de ello, es el precio de la gasolina, "casi regalada", como dijo el propio ministro de Finanzas, Alí Rodríguez.
El Mundo Economía y Negocios Miércoles 23 de Diciembre de 2009
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