Economía viernes 05 de febrero, 2010La USB propone bajar la demanda con un consecuente impacto económico
Plantean que los domingos cese totalmente la actividad comercial (Archivo)
Señaló el analista que un equipo de ingenieros de esa casa de estudios ha analizado varias alternativas para solventar el problema eléctrico. "Una de las posibilidades que se ha abordado consiste en hacer que el domingo haya un absoluto corte de actividades industriales y comerciales en el país y, de manera adicional, contar con un día festivo en la semana, con lo cual se bajaría sustancialmente la demanda eléctrica" que, de acuerdo con los cálculos oficiales, se requiere reducirla en 20%, esto es, en unos 1.600 megavatios (Mw).
Aller comentó en un foro convocado por la Mesa de la Unidad Democrática que esta situación de cese de actividades "ocurrió en Inglaterra y España" en momentos de apremio energético. Sin embargo, apuntó que esa propuesta, aún en revisión, supone consecuencias económicas de peso que deben tomarse en cuenta.
Refirió que "el país podría perder hasta 20% del PIB, pero es preferible eso al desastre a que se podría llegar con un colapso eléctrico, es decir, a la imposibilidad de suplir a buena parte del país del recurso energético. Si se alcanza una cota de 240 metros sobre el nivel del mar (msnm) tendríamos que perder 5.000 Mw de la generación total, eso implica la tercera parte del consumo energético del territorio nacional".
El especialista en Conversión Eléctrica de la USB sostuvo que esta sería una "medida temporal, mientras se logran los ahorros o racionamientos de electricidad" esperados por las autoridades y se "incorpora nueva generación" al sistema.
Por su parte Nelson Hernández, especialista de la materia energética y gerencial, propuso a manera de solucionar la crisis eléctrica, "la readecuación del huso horario" que permitiría un importante ahorro.
También "controlar la luz pública en muchas ciudades del país que, a veces, en horas del mediodía están encendidas". Y "bajar los termostatos de los aires acondicionados y de los calentadores eléctricos.
Miguel Lara, ex gerente general de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis) señaló en el encuentro que "la solución era aumentar la generación", fundamentalmente la termoeléctrica, pero "como el Gobierno no lo hizo, la única alternativa que le queda es reducir el consumo; la salida inmediata que tiene a la mano es aplicando racionamientos eléctricos".
Consideró que la propuesta del Gobierno de adquirir plantas en China, Japón, Alemania y Brasil para cubrir la demanda, "es un paño caliente. Esta sería una prolongación de lo que ha venido haciendo el Gobierno en los últimos años con las planticas que vienen de Cuba, que son ineficientes, de poca vida útil y tienen costos operativos muy altos porque utilizan combustible premium".
Gran convocatoria
Pedro Benítez, coordinador de programas de la Mesa de la Unidad, dijo que "el Gobierno debería -tal como lo hizo en 2003-convocar a todos los sectores conocedores de la actividad eléctrica a enfrentar el problema".
Recordó que "en una fecha como la actual, pero del año 2003, la cota de Guri estaba más baja de lo que está hoy. Sin embargo, en ese momento el Gobierno consultó a las universidades, a los especialistas, para conocer sus planteamientos".
"La USB dictó cursos en 52 entidades venezolanas, la escuela de Arquitectura de la UCV presentó un programa de plan de ahorro residencial. Además, dijo Benítez, el sistema eléctrico nacional le compró energía a empresas privadas como EDC", Genevapca, Turboven y a Colombia. "Las soluciones están ahí en hacer una gran convocatoria". ML
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