miércoles, 3 de febrero de 2010

Reculandito


Luis Vicente León
No habíamos terminado de revisar las causas y las consecuencias de la situación financiera, que se llevó por los cachos a ocho bancos (y tres más a posteriori), cuando se anunció una devaluación del bolívar con cambio múltiple, que trata, entre otras cosas, de hacer caja para financiar elecciones. Sin haber entregado un dólar todavía, el debate giró otra vez. Ahora hacia la crisis eléctrica, que si bien ya había tenido consecuencias en el interior del país, llegó a Caracas primero con un racionamiento en centros comerciales, abortado rápidamente, y luego con un “plan” de racionamiento general, cuya implementación fue desastrosa, incrementando exponencialmente sus costos políticos y llevándolos a suspenderla en menos de 24 horas.

Obviamente la popularidad del presidente Hugo Chávez se resintió y eso explica lo difícil que ha sido para el gobierno asumir seriamente el tema, indispensable, de los racionamientos. El problema central de esta reculadera, lo expresé en mi Twitter de esta manera: “Chávez puede suspender el racionamiento eléctrico en Caracas, pero no puede suspender la crisis en todo el país nacional. Estamos encima de una bomba de tiempo”. Lo insólito es que mientras más alarguen la liga para racionar, más la acortan para llegar al colapso.


poder 360º 03 de Febrero del 2010

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