lunes, 4 de enero de 2010

Gobierno dispuesto a cerrar empresas básicas para evitar colapso del Guri

Gobierno dispuesto a cerrar empresas
básicas para evitar colapso del Guri

"Hay margen de maniobra en industrias de Guayana"
"Están formulados los incentivos fiscales para el empresario que quiera". efe
El ministro para la Energía Eléctrica enfrenta el peor escenario: un sistema electrico comprometido, sumado al Fenómeno
del Niño. Víctor Álvarez dice que todavía se puede maniobrar
Si tenemos que cerrar las empresas básicas de Guayana, porque se está secando el Guri, pues habrá que cerrarlas. Lo otro es dejar al resto del país sin electricidad, y eso no es posible. Además, tenemos que evitar que se seque completamente el embalse". Así lo indicó de manera tajante el ministro para la Energía Eléctrica, Ángel Rodríguez.
El ministro comenta que lo peor de dos mundos ocurrió: un sistema eléctrico estructuralmente comprometido, sumado a un Fenómeno del Niño que ha golpeado con una severa sequía al país, afectando al sistema de generación hidroeléctrica, al punto de formularse tales vaticinios.
La consecuencia: bajísimos niveles de agua en el embalse de Guri y en el Uribante Caparo. El titular del despacho eléctrico indicó que los niveles de la presa guayanesa se contraen entre 6 y 8 centímetros por día, lo que ya mantiene al embalse en Zona de Alarma, por debajo de la Zona Segura y de Alerta.
El tema luce complicado cuando el ministro recuerda que 70% de la electricidad que se genera en Venezuela proviene del sistema hidroeléctrico, que abarca a tres plantas que históricamente han estado entre las mayores de América Latina, Guri, Caruachi y Macagua.
Las tres, en conjunto, aportan al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) 15.300 megavatios. La capacidad instalada de Guri, o Central Hidroeléctrica "Simón Bolívar", asciende a 10.000 megavatios; Caruachi o desarrollo hidroeléctrico "Francisco de Miranda" aportaría a plena máquina unos 2.160 megavatios, mientras que Macagua o Central Hidroeléctrica "Antonio José de Sucre" posee un potencial de 3.140 megavatios.
La situación actual de estas generadoras de energía es bastante precaria, no sólo por la paralización de algunas turbinas para mantenimiento o falta de repuestos. Ahora, la merma de los niveles del embalse mantiene a la central hidroeléctrica del Guri generando 6.000 megavatios de los 10.000 megavatios que tiene como potencial.
Mientras tanto la central hidroeléctrica de San Agatón en los Andes, única planta activa de las tres que conforman el complejo hidroeléctrico Uribante-Caparo, se encuentra operando a media máquina.
Los niveles de la represa obligaron a los técnicos a paralizar una de sus turbinas, retirando del sistema unos 150 megavatios de los 300 megavatios que tiene de capacidad. El déficit en Los Andes gira en torno a los 200 megavatios.
Las empresas básicas de Guayana se alimentan de las tres hermanas del río Caroní. Y es tanto, que absorben 25% o a veces hasta 30% de la electricidad total que genera ese sistema hidraúlico.
Ya sometidas a un fuerte racionamiento, de no mejorar la situación climática, podrían ser objeto de una paralización total. Se estima que ese complejo industrial ahorre unos 560 megavatios, para lo cual se redujo en 52% su producción.
La Siderúrgica del Orinoco (Sidor), que ya había adelantado un plan de racionamiento, acaba de detener dos hornos. Se estima que esta acería pueda estar dejando de consumir cerca de 225 megavatios provenientes del Guri.
Entre Alcasa y Venalum se estarían ahorrando unos 215 megavatios con la desincorporación de dos líneas de reducción en la primera y el recorte de la producción en la otra.
Inversión
El reto es sustituir o suplir la generación hidráulica
-¿No es esa una solución muy radical, la de cerrar las empresas de Guayana?
"Las tendencias indican que el fenómeno del Niño puede extenderse, en el mejor de los casos, hasta finales de mayo de 2010. Entonces las medidas deben ir en este momento destinadas a profundizar el ahorro y la eficiencia en el uso de la electricidad. En otros países se han cerrado industrias. Pues si, nosotros, por la situación de emergencia, tenemos que cerrar industrias, ministerios, y cambiar el horario laboral del país en función de ese ahorro, tendrá que hacerse para evitar que ese embalse se seque. Y en eso entran las empresas básicas de Guayana".
Todo indica que el problema eléctrico se está convirtiendo en un fuerte dolor de cabeza para el Gobierno Nacional. Rodríguez asegura que es uno de los temas centrales en los gabinetes ministeriales y que se trabaja día y noche para lograr las soluciones menos traumáticas para el colectivo.
Sin aportar muchos números, el jefe del novel despacho asegura que si "un Gobierno que ha invertido en electricidad es éste. Ha multiplicado por 10 o 15 las inversiones. Y si se comparan los desembolsos que se hicieron hasta 1999 con los de ahora, cualquiera queda sorprendido del monto de la inversión".
-¿Y por qué no se ha visto reflejado?
"Es que hay muchos proyectos que son hacia el mediano y el largo plazo. Para 2014, por ejemplo, ó 2012 y 2013, como Tocoma. No son soluciones inmediatas. Como bien sabes, el país además tuvo un crecimiento económico impresionante entre los años 2004 y 2007. Todo eso implicó una mayor exigencia al sistema eléctrico nacional. Hubo desarrollo de infraestructura médica para educación, el rubro agrícola, el transporte público. Todo eso fue exigiendo más al SEN y no estaba en condiciones para dar respuesta".
De seguir este prolongado período de sequía y el inminente colapso de los embalses, el gran reto para Rodríguez es cómo sustituir o suplir esa generación hidráulica que está quedando por fuera, y la que eventualmente pudiera salir del sistema.
Planes
Tarifas máximas para los que consumen más energía
-¿Cuáles son los planes inmediatos?
"Vamos a hacer inversiones interesantes en compra de equipos para generación térmica y distribuida. Estamos estudiando ofertas de diferentes partes del mundo. El estado de deterioro de Planta Centro se está solventando. Tenemos 1.200 megavatios en el sistema mientras, gracias a ella, esperamos incorporarle 400 megavatios más en enero. Ha habido mucha inversión y se está exigiendo compromiso a las empresas que laboran allí. Ahora hay un control y seguimiento profundo de la situación. El déficit de los Andes se solventará, en principio, con plantas de generación distribuida, hasta que se resuelva la crisis del embalse y se termine de inaugurar la central hidroeléctrica la Vueltosa que aportaría al sistema unos 700 megavatios".
-¿Qué ha pasado con la autogeneración que se ha exigido al sector industrial privado?
"No tengo información de que alguno de ellos se haya acercado a hablar del tema. Ninguno. En todo caso, tenemos formulados los incentivos fiscales para el empresario que quiera, por ejemplo, cambiar su parque industrial que consume mucha energía. Le damos las facilidades fiscales para que lo hagan. También les damos la facilidad del combustible si tiene autogeneración, y si su nivel de generación le permite inyectar al SEN, pues se reflejará en su factura de combustible".
El titular de la cartera eléctrica está consciente de que la labor no es fácil. Considera que una de las tareas más difíciles es crear conciencia en la gente e involucrarla en las soluciones al problema.
"Si logramos profundizar las políticas de ahorro, crear conciencia en el colectivo, involucrar a los altos consumidores de instituciones públicas y privadas, gobernadores, y alcaldes, se podrán impulsar las medidas para pasar esos cinco meses de sequía y lograr un embalse en condiciones de generar electricidad al país. Y muy importante, esperar que las lluvias aparezcan en el primer semestre del 2010; las cosas podrían ir bien", señaló, esperanzado, el funcionario.
Sobre el tema tarifario, no quiso ahondar. Sólo indicó que aún se estudian los esquemas para reorganizar los escalafones del consumo.
Así mismo, dijo que lo que está claro es que los altos consumidores pagarán su consumo con tarifas superiores a las actuales. En cualquier momento habrá anuncios a ese respecto.
Erika Hidalgo López
Patricia Clarembaux
pclarembaux@cadena-capriles.com
Las cartas que tiene bajo la manga el ministro para la Energía Eléctrica, Ángel Rodríguez, sobre la posibilidad de cerrar las empresas básicas, lucen un tanto "alarmistas" para el ex ministro de Industrias Básicas y Minería, Víctor Álvarez. "Hay todavía un amplio margen de maniobras por aplicar, si se identifican las acciones", dijo.
Si le preguntaran "¿qué haría ante la crisis eléctrica?", el cierre de las empresas básicas sería su última respuesta. "Lo primero sería trabajar en el mejoramiento de la eficiencia energética para que sea posible mantener los mismos volúmenes de producción con menor consumo de energía, racionando los recursos".
En cuarenta minutos de conversación telefónica, Álvarez planteó casi un plan de acción. Después de probar con lo anterior, asegura que debe venir en el mediano plazo un cambio de paradigma en el país.
"Las empresas básicas se montaron sobre la base del aprovechamiento de las ventajas comparativas que tiene el país en recursos naturales, materia prima y fuentes de energía. Ahora hay que trabajar en las ventajas competitivas", dice.
En su análisis, el cambio debe estar dado en que las industrias de Guayana transformen productos básicos en terminados, lo cual supone fuertes inversiones para mejorar las capacidades tecnológicas y al factor humano. "Ya el modelo de desarrollo sustentado en las ventajas comparativas está agotado y se debe comenzar aprovechar el aparato exportador".
Además, sugiere una revisión en la gama de productos para evaluar la salida de aquellos que estén rezagados.
Con la soga al cuello
La sobrevaluación del tipo de cambio se está convirtiendo en un virus mortal para las empresas básicas. "Luego de seis años de control de cambio, los bolívares no están alcanzando a las empresas básicas para cubrir sus costos de producción. Están operando a pérdidas", advierte.
Entre algunos síntomas del daño que ya están a la vista, enumera el retraso de los pagos de las empresas básicas a Edelca, a la casa matriz Corporación Venezolana de Guayana (CVG), y la falta de mantenimiento a los equipos, entre otros problemas.
Para Álvarez, ese tipo de cambio no remunera el esfuerzo productivo de la región. "Se está convirtiendo más bien en un enorme subsidio al dólar y a las importaciones. ¿Qué sentido tiene que tengamos el mercado interno atiborrado de productos que se pueden elaborar aquí?".
El ex ministro de Empresas Básicas y Minería considera además que el tipo de cambio tendría que dar viabilidad a las empresas básicas. Por eso sugiere al Gobierno que lo sincere.

EL MUNDO Caracas 4 de Enero del 2009

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