Entre octubre y noviembre el embalse de Guri disminuyó 1,45 metros
La posibilidad de bombardear las nubes para crear lluvia artificial en las cabeceras del Caroní ha sido postergada por la ausencia de humedad (Archivo)
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Fue a partir del segundo apagón de amplio impacto en el territorio nacional, ocurrido el 3 de septiembre de este año, que el Gobierno asomó públicamente la aplicación de un plan de ahorro de energía.
Anteriormente, en mayo, se había registrado el colapso de siete torres de alta tensión del Sistema Troncal que llevan la electricidad a la Subestación Santa Teresa y surten de energía a la Gran Caracas, aparentemente "por vientos huracanados", según fuentes oficiales. También se registró, en agosto, un apagón de grandes dimensiones que dejó sin servicio eléctrico al menos diez estados.
En estas interrupciones de considerables magnitudes hubo una "exigencia máxima de las transferencias de energía desde la represa de Guri", debido a la alta demanda eléctrica y al déficit de 2 a 3% que aún persiste en la generación, pese a los esfuerzos por elevar en forma planificada los aportes al sistema, refirió en su oportunidad, el entonces presidente de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), Hipólito Izquierdo.
Las autoridades adicionaron a esta argumentación, la causalidad del fenómeno El Niño en la ausencia de lluvias y prolongadas sequías, que han impactado a la baja en el nivel de los embalses. Así como "el consumo excesivo o el derroche en el uso de la energía".
Ataque a todos los flancos
El presidente Chávez anunció el 21 de octubre la creación del Ministerio de Energía Eléctrica y la aplicación de un conjunto de medidas excepcionales dirigidas a reducir la creciente demanda eléctrica. En esas "normas severas", como las catalogó, se obliga a las oficinas públicas a bajar 20% su consumo.
Catorce días después, el vicepresidente Ramón Carrizález y los ministros de Energía y Petróleo y, Energía Eléctrica, Rafael Ramírez y Ángel Rodríguez repasaron, en rueda de prensa, los contenidos de varios decretos y resoluciones orientadas a rebajar la demanda eléctrica.
En ellos se emplazaba a las empresas privadas poseedoras de plantas de generación termoeléctrica a autoabastecer sus actividades industriales y comerciales; también a aportar el excedente al Sistema Interconectado Nacional (SIN). Si estos centros de producción o servicios no cumplían esa disposición, las autoridades energéticas tenían la potestad de tomar el control de esas máquinas.
Del conjunto de normas se estableció la necesidad de aplicar un nuevo pliego tarifario que pecharía a aquellos suscriptores dispendiosos en el consumo eléctrico. Este debate aún se adelanta en el alto gobierno, aunque existe un proyecto de ley.
También se resolvió prohibir la importación de algunos artefactos de uso doméstico y la sustitución de 50 millones de bombillos incandescentes.
El día después El Centro Nacional de Gestión (CNG) en su reporte de noviembre, fecha en la que entraron en vigencia las medidas anticrisis eléctrica, señala que la demanda máxima de potencia requerida del sistema se ubicó ese mes en 17.248 megavatios (Mw), 5,49% más respecto a igual lapso de 2008 y, de 0,27% en comparación con octubre de este año.
La generación en noviembre fue de 112.960 gigavatios hora (GWh) frente a 108.353 GWh del mismo plazo en 2008. Mientras que la capacidad instalada del sector pasó de 23.154 Mw a 23.642 Mw al confrontar los meses de noviembre de 2008 y 2009.
El embalse de Guri ha descendido 1,45 metros de octubre a noviembre; se deslizó de 265,80 a 264,35 metros sobre el nivel del mar. En enero de este año se ubicaba en 270,95 msnm.
El 23 de diciembre, varios ministros informaron la paralización de algunos hornos y celdas de las empresas básicas de Guayana, a los fines de ahorrar 558 Mw. Dijo Rodríguez, que de "no tomarse estas resoluciones durante la primera quincena de enero tendríamos un embalse colapsado".
Sin embargo, algunos temen que estas medias afecten la producción.
Mariela León
EL UNIVERSAL sábado 26 de diciembre, 2009 pag 1-7
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